El terapeuta cráneo-sacral mediante una pulsación rítmica y sutil, desarrolla la habilidad de sentir, palpar el estado del tejido facial y fluidos del núcleo del cuerpo (líquido cefalorraquídeo), de localizar sus restricciones del movimiento cardiaco y respiratorio cráneosacral para la evaluación y tratamiento.

El terapeuta utiliza sus manos para la terapia liberando las suturas, ataduras musculares del cráneo para suprimir tensiones, se efectúa aplicando una ligera presión entre 5 a 20 grs aproximadamente sobre diferente zonas, (sacro, cráneo, pelvis, torso, columna vertebral…) con masaje sacro-craneal e incluso la manipulación visceral para buscar el equilibrio y la curación del cuerpo y mente así también, el paciente, tiene que mirar en su interior y sentir la causa de su malestar, puede experimentar sentimientos, sensaciones y emociones (relajación profunda, liberación incluso llegar a dormirse).